PREPARANDO EL CARNAVAL 2018
El año ya llega a su final y para los miembros de La Torzida ha sido una época buena y productiva, llena de aprendizaje, nuevos ritmos y cortes, momentos divertidos, actuaciones y mucho más. Queda poquito para el Carnaval – un evento muy esperado por todos, especialmente por los de Escola 1, porque será su primera salida a las calles y en cierto modo una pequeña inauguración a batucada.
El sábado de 16 de diciembre ha sido uno de esos días especiales para la familia de La Torzida cuando todos se juntaron para un taller de Carnaval. En Febrero viajaremos al País de Nunca Jamás convirtiéndose en Piratas, Indios y Niños Perdidos con nuestras mazas, repiques y otros instrumentos a los que queremos tanto. Para ese viaje hay que prepararse un poco, así que en el taller dimos libertad a nuestra creatividad para juntar el símbolo de La Torzida con elementos del Mundo de Peter Pan y empezamos a preparar los disfraces. Unos ayudaban a otros, compartían, colaboraban… En el taller salió el lado creativo de cada uno y acabamos con muchos colores, purpurinas, pequeños Peter Pans y Campanitas, incluso cerditos guapos El trabajo fue complementado por conversaciones, pequeñas bromitas y al ritmo de música guay.
Como estamos en la época de Navidades aprovechamos el taller para hacer una comida en familia. Como nos encantan las cosas de Brasil pedimos comida típica de allí – feijoada. A parte de ser muy rica nos mantuvo calentitos en el invierno frío de Valladolid. Aunque feijoada ha sido el plato principal, también había más cositas ricas traídas por la gente: jamón, cecina, hummus, más aperitivos, vinito y una variedad de postres caseros, porque los batuqueros también solemos ser buenos cocineros J Al terminar de comer pasamos al momento más dulce del día – el postre, acompañado por el café preparado con mucho cariño.
Como estamos con el espíritu de Navidad también hicimos ¨recicla amigo invisible¨, trayendo cosas no utilizadas en casa, mientras Chucu Noel con su saco feliz repartió los regalitos y alegría a todos. Eso sí, para recibir tu regalito tenías que hacer un baile, contar un chiste o lo que tocaba. Nos pasamos un rato muy entretenido con los regalitos, chistes y lo demás.
Pero allí no acabo todo… Como no pudimos resistir a nuestros queridos instrumentos nos pusimos a tocar un poco, repasando nuestro repertorio y probando cositas nuevas.
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